Es la filosofía de tu juego: o consideras a este software un sustituto o bien una extensión tuya. Inventada o no, pero una extensión. Así estoy aprendiendo a jugar. Second Life se ha transformado en algo tan cotidiano para mi como ponerme un pantalón. Es algo que uso. En este caso, algo en lo que comprometo a mis sentidos.
Es esta segunda etapa de juego tuve sexo virtual no muchas veces. Según con quién estás, variará lo que te digan tus sentidos. De hecho, aquí el tacto no cuenta, los olores no cuentan, ni el sudor, ni la fatiga física. Como diría Da Vinci, esto es "cosa mentale". Es un asunto entre tus ojos y tu cerebro.
No todos percibimos igual. La percepción es cosa cultural. Por eso busco erotizarme, sí, pero de otro modo. Se trata de otro tipo de orgasmo. Ver un bello cuerpo desnudo facilita la cosa, pero hay que ver qué haces con eso. El sexo que más me interesa es el que se hace de a dos. Cuando juegas con las fantasías del otro, la situación se pone intensa.
Cada cual tiene su juego. Y cada uno intenta conocer otros confines para sus fantasías. Conocí muchos avatares que en este planeta virtual se atreven a cosas que se reprimen en Real Life. Bisexuales o gay virtuales, sadomasoquistas del Metaverso, los hay por centenares. La curiosidad manda. Esto me da mucha gracia: en Second Life no pones el cuerpo, pero juegas tu mente. Esa es tu apuesta. ¿Qué es más peligroso?
Cuando rompes tus lazos con Real Life, cuando conociendo tu avatar nadie sabe quién eres realmente en Real Life, tu campo de experiencia se multiplica. Puedes ser un monstruo que viola abuelitas. Todo es posible. Hay sitios de zoofilia mitológica increíbles. Hasta por ahí vi un blog de sexo mutante en el Metaverso, aunque promete más de lo que dice.
Mi juego hoy es ese. Busco otras formas mas alambicadas de erotizarme. No me interesa tanto la réplica de la agitación, ya que tengo mucha agitación en Real Life. Por el contrario, busco compartir las fantasías mas extremas.
¿Qué cuáles son?
En fin ¿qué imaginas?